Donde cantan los cangrejos de río Autor “Se busca para interrogarlo” en Asesinato


Delia Owens, autora del bestseller de 2018 Where the Crawdads Sing, es “buscada para ser interrogada” en un caso de asesinato abierto en 1995, dicen funcionarios de Zambia. Los investigadores reiteraron su deseo de hablar con Delia, su exmarido Mark Owens y su hijastro Christopher mientras se prepara una adaptación cinematográfica de Where the Crawdads Sing para estrenarse el 15 de julio.

Según lo informado por Jeffrey Goldberg, primero en los neoyorquino en 2010 y con nuevos detalles esta semana en atlántico, Delia y su entonces esposo, Mark Owens, eran estudiantes graduados en biología en la Universidad de Georgia a principios de la década de 1970 cuando decidieron mudarse a África. Junto con el hijo de cuatro años de Mark de un matrimonio anterior, Christopher, se establecieron en Botswana durante siete años, ganándose la confianza de varias manadas de leones y clanes de hienas marrones, y rastreando el comportamiento de los animales en la tradición de Jane Goodall. Mark y Delia convirtieron esa experiencia en un libro de memorias superventas, The Cry of the Kalahari de 1984.

Pero después de hacer campaña contra la industria de la carne vacuna del país, los Owen fueron expulsados ​​de Botswana. Se establecieron en Zambia, primero con la intención de estudiar a los elefantes, luego con un nuevo plan: detener a toda costa a los cazadores furtivos. Su libro de 1992, The Eye of the Elephant, detalló algunos de sus supuestos conflictos con los cazadores furtivos, mientras describía a los Owen como salvadores blancos empeñados en salvar a la gente del “Continente Oscuro”, como describieron África en su sitio web hasta 2010.

En 1995, el programa de la revista de noticias Turning Point de ABC envió un equipo de cámaras para filmar un documental sobre Mark y Delia, sin tener idea de que iban a ser cómplices de una película snuff. Pero cuando se emitió en 1996, los productores incluyeron el asesinato de un presunto cazador furtivo. Las imágenes capturaron al hombre siendo ejecutado en el suelo después de que ya le habían disparado.

No se proporcionó evidencia de que el hombre fuera un cazador furtivo, y ABC lo llamó “intruso” durante su transmisión. Los disparos se realizaron fuera de cámara y, en ese momento, no se reveló la identidad del tirador.

La investigación de Zambia concluyó que Mark Owens había transportado el cuerpo en su helicóptero y lo arrojó a una laguna. El cadáver nunca fue encontrado. “El monte es el lugar perfecto para cometer un asesinato”, dijo a Goldberg el comisionado de la Policía Nacional de Zambia, Graphael Musamba. “Los animales comen evidencia”.

Contenido original en inglés


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