Peter Scott-Morgan estaba mejor equipado que la mayoría de las personas para convertirse en un cyborg; después de todo, fue el primero en recibir un doctorado en robótica de una universidad británica. Lo recibió del Royal Imperial College de Londres. Luego, en 1984, publicó “The Robotics Revolution”, un libro autorizado sobre robótica, cuando solo tenía 26 años, por Calcalista. Con su diagnóstico de MND en 2017, Scott-Morgan parecía preparada para la situación. Inmediatamente comenzó a planificar cómo podría hacer la transición a un robot parcial con varias cirugías e innovaciones tecnológicas. A pesar de su situación y del sombrío pronóstico comunicado por sus médicos, Scott-Morgan estaba decidido a sacar lo mejor de su situación y usarla para encarnar una visión de por vida, según tienda de entrada.
Al anunciar el final de “Peter 1.0” en su sitio web, Scott-Morgan dijo que su procedimiento final lo convertiría no solo en un cyborg, sino en “el organismo cibernético humano más avanzado jamás creado en 13.800 millones de años”. Aseguró a sus fans que no se estaba muriendo sino “transformándose”, vía el Heraldo. Pronto pudo comunicarse con otros sin su voz gracias a la tecnología de seguimiento ocular. Las cámaras siguieron su mirada mientras escribía visualmente palabras en una pantalla, y los resultados se reproducían en una versión digitalizada de su voz, por El guardián.