En 2011, Bloomberg realizó una encuesta masiva de productos etiquetados como comercio justo. Si bien esto puede hacer que los consumidores se sientan bien con sus compras, descubrieron (a través de WBUR) que en algunos casos, incluido Victoria’s Secret, esta etiqueta era todo menos agradable.
Leur enquête sur le coton utilisé dans les vêtements Victoria’s Secret les a conduits dans une ferme en Afrique de l’Ouest, où ils ont trouvé des enfants travaillant – à partir du lever du soleil – pour planter, fertiliser, désherber et cueillir des insectes sur el algodón. La historia de la niña que contaron fue la de Clarisse, de 13 años, que fue solo una de los muchos niños que les dijeron a los investigadores que, a pesar del dolor crónico que ya había desarrollado, no se atrevía a reducir la velocidad por temor a que la golpearan.
El algodón que Clarisse y los otros niños plantaron, cuidaron y luego cosecharon se envió a otros países, donde se procesó y convirtió en productos de Victoria’s Secret. Descubrieron que estas prendas se vendían como productos orgánicos y de comercio justo. De acuerdo a CNNVictoria’s Secret respondió de inmediato con la promesa de revisar los hallazgos y dijo: “Si esta acusación es cierta, describe un comportamiento contrario a los estándares de nuestra empresa… que prohíbe específicamente[ing] trabajo infantil”.