Deliberadamente oscura y tratando de hacer demasiado en menos de dos horas, la película “Sunshine” de Danny Boyle de 2007 es un interesante contrapunto a “Interstellar”. Aunque los críticos tenían razón al estar decepcionados por los tropos agotados de asesinos en serie que pesan sobre su acto final, “Sunshine” funciona mejor cuando se trata de las espantosas implicaciones de su sol moribundo. Si bien gran parte de la ciencia de la película está vinculada a estándares bastante plausibles, la película se entrega a las grandes mentiras necesarias para la trama. Sin embargo, criticar las imprecisiones no ayuda; más que nada, ese estilo científico le da al excelente elenco de la película algo concreto en lo que apoyarse mientras se enfrenta a lo imposible.
Casi 15 años después de su lanzamiento, el elenco de “Sunshine” es un punto de venta por derecho propio. Aunque Cillian Murphy ya era un asiduo de Boyle, ver las actuaciones de Chris Evans, Mark Strong, Hiroyuki Sanada y Benedict Wong antes de que protagonizaran éxitos de taquilla de verano es una delicia. Temáticamente, “Solaris” es el predecesor más cercano a “Sunshine”, con una estrella divina sin voz que arde en cada acto desesperado, pero las imágenes de la película y la lucha de sus personajes por sobrevivir contra el aplastante vacío del espacio la convierten en una buena compañera para “Interestelar.”
Escrita por Alex Garland al principio de su carrera, esta película también es una gran pieza de transición para los fanáticos de Nolan que quieren probar suerte en más ciencia ficción. Puede que “Sunshine” no sea la película más fuerte de esta lista, pero sigue siendo un buen momento.