Uno pensaría que una película sobre personas excitadas por accidentes automovilísticos sería más sangrienta de lo que es, pero ‘Crash’, una adaptación de la novela de JG Ballard, es lo mejor de Cronenberg: fría y más clínica. Quizás por eso fue tan impactante cuando fue lanzado en 1996, prohibido en varios lugares y denunciado como obsceno por varios políticos.
En la película, las personas practican el sexo con el entusiasmo de alguien que hace cola en el banco, y las cicatrices de las personas son tratadas con más erotismo que el sexo mismo. El momento que resultó demasiado difícil para algunos se refiere al personaje de Rosanna Arquette, una mujer discapacitada que usa aparatos ortopédicos en las piernas. En la parte posterior del muslo tiene una cicatriz que solo puede describirse como vaginal, y James Spader decide perseguir esa parte de su cuerpo mientras copulan en el auto. Encaja en una narrativa preocupada por cómo la tecnología puede transformar el cuerpo, aunque quizás te preguntes sobre la logística por un tiempo.