En su carrera, Gordon Willis solo ha recibido una nominación al Premio de la Academia a la Mejor Fotografía, y es probablemente el mea culpa más obvio en la historia de los Oscar. Después de ser extrañamente desairado por “El Padrino” y su secuela, finalmente será reconocido por su trabajo en la serie en 1991 con “El Padrino III”.
Escucha, todos sabemos que el final de esta trilogía está muy lejos de lo que fueron los dos episodios anteriores. La falta de retorno de Robert Duvall arroja una gran sombra sobre los procedimientos, la actuación de Sofia Coppola es menos que estelar y, en cuanto a la historia, deja mucho que desear. Dicho todo esto, Gordon Willis esencialmente retoma visualmente donde lo dejó, y no importa cuán intrincado o aburrido pueda ser “El Padrino III”, siempre puedes creer que te dejará boquiabierto con su apariencia.
En ese momento, la recepción de “El Padrino III” fue bastante pobre, y en los 33 años transcurridos desde esa recepción, se ha mantenido prácticamente igual. La versión recortada recientemente titulada “The Godfather Coda: The Death of Michael Corleone” es mucho mejor. Pero no es el que obtuvo siete nominaciones al Oscar. Era el montaje teatral original.
Todos sabemos que la película se convirtió en legado, un cineasta que regresa a la serie que muchos creen que produjo las dos mejores películas jamás realizadas. La nominación de Willis ciertamente sucedió debido a ese legado, pero yo diría que la nominación de Andy García como Mejor Actor de Reparto podría estar completamente justificada si quitas todo el equipaje que viene con “El Padrino”. Es muy extraño no ver a Gordon Willis nominado por esas dos primeras películas, pero al menos no obtuvo 0/3.