En la tercera temporada del programa, Meredith es, digamos, un poco funk, ya sabes, del tipo en el que tomas pasatiempos como sumergir la cabeza en el agua en el baño y pasar el rato hasta que tu pequeño te confunde. Es un claro presagio de una escena más adelante en ese mismo episodio, donde ella y los otros internos quirúrgicos son llamados al lugar de un accidente de ferry, Meredith cae al agua helada… y simplemente no nadan.
Cuando el confundido novio Derek Shepherd (Patrick Dempsey) saca a Meredith del agua por segunda vez, ella está completamente triste y parece ser una causa perdida. De regreso al Seattle Grace, los compañeros de trabajo y los seres queridos de Meredith intentan salvarla, y su mentor y figura paterna, Richard Webber (James Pickens), declara que no está muerta hasta que esté “caliente y muerta”.
Debido a que es “Anatomía de Grey”, Meredith termina pasando su terrible experiencia en un sueño del más allá, visitando a otras personas que el programa ha matado sin piedad. Al final, cuando su madre Ellis Gray (Kate Burton) se deshace de la bobina de la muerte real, Meredith vuelve a ella, pero todo es, por decir lo menos, bastante aterrador.