Si bien explicar qué sucede exactamente con todos los pequeños agujeros de gusano ocultos alrededor de los dos barcos en “1899” es una tarea que es mejor dejar para la posible segunda temporada, hay muchas pistas y teorías que los rodean. Maura está atormentada por el recuerdo de haber sido inyectada a la fuerza con sustancias desconocidas en un manicomio. En el quinto episodio, “The Calling”, mientras cientos de pasajeros aparentemente poseídos caminan directamente hacia el mar, Maura está ocupada en su habitación tratando de que el misterioso Elliot se explique, aunque pronto se da cuenta de que es un callejón sin salida.
En cambio, Maura quita la tapa con un triángulo grabado, revelando un túnel de azulejos negros, que decide seguir. Ella desciende y descubre que conduce a un campo hermoso pero aislado. Ve una tumba solitaria marcada con una cruz, y más allá, un enorme edificio. Entra en sus pasillos vacíos, explorando más. Mientras tanto, Daniel, el hombre misterioso que apareció en el barco justo cuando se embarcaba el Prometheus, habla con Elliot, quien observa crípticamente que nunca han llegado tan lejos como esta vez. Esta declaración inquietante sugiere que las naves podrían quedar atrapadas en algún tipo de bucle temporal. Maura es agarrada por camilleros que la arrastran hacia atrás para que la inyecten una vez más. Se despierta, pero ahora tiene más preguntas que respuestas.