Antes de entrar en las muchas controversias de la película de Disney, primero veamos el material de origen. “Song of the South” está basada en las historias del “Tío Remus” escritas por Joel Chandler Harris. Aunque “escrito” es un término usado muy vagamente aquí. Harris era un periodista blanco pro-Confederación de Georgia que pasó gran parte de sus años formativos de la Guerra Civil en una plantación. Cuando no era aprendiz del periódico The Countryman de Joseph Addison Turner, Harris pasaba su tiempo en los barrios de esclavos de la plantación Turnwold de su empleador, escuchando cuentos tradicionales africanos de personas como el tío George, Terrell, el viejo Harbert y su tía. Crissy, que se convertiría en todos los cimientos del personaje del Tío Remus.
Aproximadamente quince años después, Harris comenzó a recopilar las historias que había escuchado de los esclavos sobre personajes como Br’er Rabbit, Br’er Fox y Br’er Bear en su primer libro, titulado “Uncle Remus: His Songs and Sayings”. De acuerdo a El libro de R. Bruce Bickely Jr. sobre el autor, Harris quería “preservar permanentemente esos curiosos recuerdos de un período que sin duda será tristemente distorsionado por los futuros historiadores”. También usó un “dialecto negro” para “mantener la autenticidad” en sus parábolas.
Sin embargo, no parece que Harris solo quiera preservar la cultura de las personas detrás de estas historias. En lugar de crear sus propios cuentos originales, aprovechó el folclore de los esclavos al transcribir sus historias y atribuirse el mérito de ellas. A pesar de que alquilado en el momento e inspirando a escritores contemporáneos como Mark Twain, el legado de obras importantes de Harris ha llegado a ser visto como la definición de apropiación cultural.