Probablemente el escenario más oscuro de la temporada, si no de toda la historia, “24 horas” es un verdadero clásico. John Dee, un hombre quebrantado y con problemas, llega a un restaurante y comienza a desentrañar las mentiras de los que allí conoce utilizando un poderoso rubí que le robó a su estafadora madre mientras cumplía sueños.
En la serie, es difícil conciliar la locura final de John Dee con el final ligeramente más brillante del episodio anterior, cuando muestra amabilidad a su conductora Rosemary. Al final de las cosas, sin embargo, hay clavos en las manos, miembros amputados, todo tipo de sexo, cinco cadáveres y una mujer que se ha cegado. Encuentros inquietantes, recuerdos y admisiones llenan la hora.
El programa mejoró el material original al convertir a John Dee en un antagonista más activo en lugar de alguien a quien podrías perdonar por sentirse abrumado por el poder del rubí. John Dee dice que las personas engañadas en el restaurante y el mismo Rey de los Sueños están atados por mentiras, y afirma ayudarlos exponiendo sus secretos. El hecho de que tiendan a morir es solo un desafortunado defecto de diseño.
Para Dream, es más que una simple batalla. Su búsqueda a través de los primeros cinco episodios de la serie le ha enseñado que vive bajo reglas no examinadas, y pronto su hermana Muerte le recordará la necesidad de cambiar o morir. Está más cerca de la verdad de lo que ha estado en milenios cuando conoce a John Dee. Cuando se enfrenta a la amenaza de Dee, es un alivio no solo porque apoyamos el nombre de Dream, sino por todas las cosas terribles que ha hecho John Dee.