Durante “Breaking Bad”, el profesor de química de secundaria Walter White se transformó en un capo de la manipulación de drogas, cautivando a los espectadores. Si bien muchos momentos mostraron cuán moralmente en bancarrota se había vuelto White, el final de la temporada 4 presentó al protagonista en su forma más astuta. De un solo golpe, White se enfrentó a uno de los villanos más tortuosos que haya presentado el programa mientras mantenía a su socio comercial, Jesse Pinkman, bajo su control.
Desde que White se asoció con el señor del crimen local Gustavo Fring, se dio cuenta de que él y Jesse estaban a su merced. Con su relación con Fring cada vez más tensa durante la temporada 4, White se ve empujado al punto de ruptura antes de asegurar su victoria de último minuto. “Breaking Bad” funciona mejor cuando Walter White está arrinconado y obligado a pensar en cómo salir de un aprieto. “Face Off” cumple con este puntaje.