Hay una diferencia entre piel deshidratada y seca – el primero carece de hidratación o concentración de agua, y el segundo necesita lubricación. Es fácil confundir uno con el otro, ya que ambos conducen a un exceso de producción de petróleo. Si su piel se siente tensa, le pica y se arruga con facilidad cuando la pellizca, su piel puede estar deshidratada. Cuando tus labios comienzan a formar líneas y se ven secos, es una señal de que necesitas más agua. La piel opaca es otro síntoma de una mala hidratación.
Si tienes la piel seca, la sensación de picor puede acompañarse de descamación o descamación de la epidermis. Si encuentra que su piel está deshidratada, no se deje engañar por el exceso de grasa, es hora de mejorar la retención de agua. Aumentar el consumo de agua es un buen primer paso: se sorprenderá de lo que el agua potable puede hacer por su piel. A continuación, cambie a productos formulados para hidratar. Es posible que te hayas alejado de estos productos, pensando que solo harán que tu piel grasa sea más grasosa. Afortunadamente, eso no es cierto: no hay una buena razón para privar a tu piel de la humedad que necesita.
Para hidratar la piel grasa sin añadir exceso de grasa, opta por productos a base de agua. Los humectantes que contienen ácido hialurónico o glicerina son excelentes opciones, dice la dermatóloga Jenny Liu. MenteCuerpoVerde.