Ahora que se dirige a la sección de congelados en último lugar, toma algo de comida congelada y se dirige a la caja para pagar. Esta velocidad puede sonar atractiva, pero conduce a un error final: no inspeccionar el embalaje en busca de daños. Algunos alimentos congelados, como las verduras en bolsas diseñadas para cocinar al vapor en el microondas, tienen orificios de ventilación especiales cortados (a través de Quora). Sin embargo, los agujeros, los cortes irregulares o grandes, los sellos faltantes o las tapas sueltas son signos de que algo le sucedió al paquete. Estos pueden ocurrir por accidente o ser hechos deliberadamente. En cualquier caso, el producto podría contener sustancias indeseables. Por ejemplo, en este Reddit hilo, un usuario señala que el Lysol, el cartel original utilizado para limpiar un paquete roto de nuggets de pollo, podría haberse metido dentro de la bolsa y sobre la comida. Y no se olvide de los casos de lamidas de helado en la tienda que han ocurrido a lo largo de los años, como este caso en 2020.
Dejando a un lado esos ejemplos más extremos, el empaque puede permitir cualquier cosa, desde polvo e insectos hasta gérmenes dentro de la bolsa o contenedor, y está desperdiciando alimentos cuando tiene que tirar algo que no verificó antes de comprar. EL FDA dice que la manipulación deliberada es rara, pero han intensificado las inspecciones para hacer frente a la posibilidad en entornos de producción de alimentos. No hay necesidad de paranoia, pero debe mirar cada bolsa o caja y notificar a un empleado de la tienda si encuentra algo que parece haber sido abierto.