Muchas recetas italianas clásicas son simples. toma el Ensalada caprese, por ejemplo, que incluye tomate, mozzarella, albahaca y aceite de oliva, sazonados con sal y, a veces, con pimienta. No hay nada más simple que eso. Pero con estos ingredientes económicos viene una trampa: si cada elemento de la ensalada Caprese no está en su mejor forma, todo el plato puede desmoronarse.
Por eso, al cocinar cocina italiana, un chef debe asegurarse de que cada ingrediente sea de la más alta calidad. Para una Caprese, eso significa tomates maduros de temporada, albahaca fresca y aromática, rica y auténtica mozzarella de búfala y aceite de oliva premium de sabor intenso. Ya sea que esté usando tomates harinosos fuera de temporada, hojas viejas de albahaca magulladas o queso aguado sin sabor, no importa cuán buenos sean los otros ingredientes: cada uno debe aportar sus mejores cualidades al plato.
Este principio se aplica a cualquier receta italiana, sin importar cuán simple o compleja sea. Ya sea el corte de carne, las hierbas y verduras, las pizcas de sal o las lloviznas de aceite, la calidad de los ingredientes es la clave del éxito de la cocina italiana.