Como el Organización Mundial de la Salud destaca, la resistencia a los antibióticos es una gran amenaza para la humanidad. En el futuro, es posible que encontremos que ciertas afecciones, como neumonía, tuberculosis, enfermedades de transmisión sexual y formas de intoxicación alimentaria, se han vuelto resistentes al tratamiento con antibióticos. Una fuente importante de esta resistencia es el pollo.
Cuando se crían como alimento, los pollos reciben antibióticos diariamente: esto equivale a 63 151 toneladas de antibióticos por año, por El guardián. Las aves son alimentadas con estos medicamentos para prevenir enfermedades, haciéndolos más seguros cuando los consumen los humanos. Pero esto tiene un costo terrible. Cuando las personas comen estos pollos antibióticos, a su vez consumen los medicamentos, lo que puede provocar resistencia a los antibióticos. Posteriormente, la prevalencia de la resistencia a los antibióticos creció exponencialmente; para 2050, podría causar hasta 10 millones de muertes por año.
La periodista de salud pública Maryn McKenna relata NPR que a pesar de que los wraps de pollo están etiquetados como “orgánicos”, siempre es mejor tener cuidado. Esto se debe a que la regulación biológica del pollo no comienza hasta que los pollitos tienen unos días de edad, lo que significa que podrían haber estado cargados de antibióticos en su primer día de vida. En cambio, McKenna aconseja buscar etiquetas como “criado sin antibióticos”.