primero un poco sobre lo básico. Si sufre de migrañas, esto debería sonarle al menos parcialmente familiar, mientras que si solo conoce a alguien que las sufre, podría ayudar a aclarar lo que está sucediendo. La fase dolorosa de la migraña se caracteriza por cosas como sensibilidad a la luz y al tacto, dolor ardiente pero localizado, dolor punzante, sudoración, piel húmeda, náuseas y vómitos. No todos desarrollan todos los síntomas, y algunas personas pueden incluso comenzar a experimentar dificultad para hablar, puntos ciegos temporales y entumecimiento progresivo.
Los científicos son simplemente empezar a entender qué sucede para causar todo esto, y se cree que la causa subyacente es una mayor sensibilidad a ciertos estímulos, llamados desencadenantes. Todo el mundo tiene desencadenantes diferentes (lo que también hace que las cosas sean científicamente difíciles), pero estos desencadenantes parecen activar algo llamado nervio trigémino, que envía la información recibida desde la superficie de la cara al cerebro. Las personas que sufren de migraña tienen nervios muy sensibles y, a veces, este nervio se deja llevar y libera sustancias químicas adicionales en el cerebro, lo que provoca que los vasos sanguíneos se inflamen.
Estos vasos sanguíneos inflamados básicamente crean una especie de pánico en la fisiología de tu cerebro, causando sus síntomas de migraña. El tronco encefálico se inunda de serotonina, aumenta la actividad eléctrica y el flujo sanguíneo en el cerebro cambia drásticamente. Disminuye en la parte del cerebro que rige la vista (llamada lóbulo occipital), lo que podría explicar por qué la sensibilidad a la luz es un síntoma tan común. El dolor pulsante proviene de esos mismos vasos sanguíneos inflamados, ya que las oleadas atraviesan el cerebro a un ritmo anormal. Estos cambios pueden durar horas, creando tantos estragos que los efectos de la migraña pueden durar mucho, mucho más que los cambios físicos que ocurren en el cerebro.