Como ya habrá aprendido, el bok choy tiene un sabor bastante suave, por lo que no es de extrañar que a los creativos culinarios les guste usar este vegetal como vehículo para salsas, hierbas y otros condimentos. Si bien este verde frondoso resiste mejor a las especias asiáticas, también combina bien con sabores de todo el mundo. Intente cocinar su bok choy en un poco de sésamo y aceite de tamari o salsa de soya para obtener un favorito simple pero confiable. Agregue un chorrito de vinagre balsámico, jugo de lima o jarabe de arce para darle más sabor. Además, las hojuelas de pimiento picante siempre son una buena opción cuando estás listo para subir el fuego.
Cuando llegue el momento de pasar al siguiente nivel y crear sus propios sabores, considere seguir FASS, un acrónimo que ayuda a los cocineros a desarrollar un sabor equilibrado. La chef Rebecca Katz explica eso significa graso, agrio, salado y dulce. Cada salsa y plato que cree debe contener un elemento de cada uno. Por ejemplo, el aceite de oliva (F), el jugo de limón (A), la mostaza (S) y el jarabe de arce (S) trabajan juntos para crear un perfil de sabor completo para cualquier adobo, aderezo o salsa.
Las opciones son infinitas, desde adobos de miso sabayón hasta recetas de salsa barbacoa con melaza de granada. ¡Súbete las mangas, toma un poco de bok choy y prepárate!