Es posible que haya encontrado carne molida que se volvió marrón y pensó que ese color tenía algo que ver con el crecimiento de bacterias. Sin embargo, una sección de carne molida que cambia de rosa a marrón no significa necesariamente que la carne se haya echado a perder. De acuerdo a USDA, cuando la carne fresca se corta por primera vez, tiene un color púrpura inicial. Cuando la carne de res se expone al oxígeno, un pigmento en la carne llamado oximioglobina reacciona, lo que hace que la carne se vuelva más roja y, finalmente, adquiera el color rosado característico que vemos en el pasillo de carne de nuestro supermercado. Si las rebanadas de carne no se exponen al oxígeno, permanecerán marrones o incluso grises.
El USDA señala que la carne molida que todavía tiene un color marrón debe ser segura para comer. Dicho esto, la carne que se deja en un ambiente rico en oxígeno crea las condiciones ideales para que crezcan las bacterias. Si las bacterias se apoderan de un trozo de carne, lo dorarán a medida que crecen. Sin embargo, según el USDA, si no hay otros signos de deterioro, como un olor desagradable, la carne de res cruda molida debe ser comestible después de cocinarla.