En México y otros países de América Latina, tamales son una especialidad querida y consumida desde la época prehispánica. Estas magdalenas al vapor están hechas con masa a base de maíz y pueden contener docenas de rellenos diferentes, que incluyen carne, pescado, queso, verduras e incluso frutas y pasas. Los condimentos también varían de una región a otra, al igual que los envoltorios, que pueden incluir hojas de plátano y hojas de maíz. Las recetas suelen estar ligadas a tradiciones familiares o locales, y hacer tamales requiere mucho tiempo y esfuerzo. Muchas familias los disfrutan durante las vacaciones y, para muchos, son la mejor comida reconfortante (a través de cultura colectiva).
Sin embargo, sus contrapartes enlatadas no cuentan una historia tan rica y carecen de sazón y textura. Tamales de Hormel, por ejemplo, se envuelven individualmente en papel encerado y se enlatan en una salsa suave y acuosa. Con 8 gramos de grasa y 990 miligramos de sodio por porción, esos tampoco son exactamente objetivos nutricionales.