Los tablones se enfrentan a problemas como los que enfrentas con las flexiones: no involucrar tu núcleo correctamente. Giordano recomienda volver a lo básico. Gire sobre su espalda y practique tapping básico o tapping de Pilates. O levante un pie hasta un ángulo de 90 grados, inhale y sostenga por un segundo mientras suelta la pierna y exhala. Repita 10 veces en cada lado. Concéntrese en la respiración lenta y los movimientos lentos, manteniendo su núcleo ocupado.
Una vez que domines estos conceptos básicos, vuelve a intentar una tabla. “Coloque los antebrazos en el suelo, los codos debajo de los hombros. Levante el ombligo contra la columna, apriete los glúteos y junte la parte interna de los muslos”, explica Giordano. “Presiona los antebrazos contra el suelo mientras llevas los codos hacia las caderas para involucrar aún más el centro. Mantén la cabeza en una posición neutral. Mantén la posición tanto tiempo como puedas y descansa tan pronto como sientas que los hombros pierden estabilidad.
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