Beber un refresco helado parece una buena idea al final de un día largo y duro, pero es un error. Los ingredientes como el azúcar y la cafeína evitan que el cuerpo los absorba e hidraten las células como el agua.
Para calcular el impacto de los edulcorantes como los que se encuentran en los refrescos, investigadores en México realizó un experimento en un grupo de ratas sedientas. A algunos de los animales se les dio agua corriente mientras que a otros se les dio agua endulzada. Después de cuatro semanas, los animales que bebieron el agua azucarada no solo tenían más marcadores de deshidratación en la sangre, sino que sus riñones también mostraban distintos signos de daño por deshidratación.
La cafeína también juega un papel en mantener el cuerpo deshidratado, aunque el impacto es menos severo. Douglas Casa, profesor de kinesiología, dijo luz de cocina que aunque la cafeína no evita que el cuerpo absorba líquidos, no retiene tantos líquidos cuando bebe algo que contiene cafeína en comparación con algo que no la contiene. Aunque menor, la deshidratación de una bebida con cafeína podría ser suficiente para afectar la función cognitiva, el estado de ánimo y el vigor, dijo.