Si bien muchos estadounidenses no lo piensan dos veces antes de abrir el grifo para servirse un vaso de agua, la verdad sobre lo que hay en el agua podría no ser tan apetecible. De acuerdo a Línea de Salud, el agua del grifo puede verse afectada por “contaminantes físicos, biológicos, químicos e incluso radiológicos”. En su sitio web, La Agencia de Protección Ambiental señaló que los estadounidenses deben esperar que su agua contenga “al menos” una pequeña cantidad de ciertos contaminantes, incluidos nitrógeno, lejía, pesticidas, virus, metales e incluso uranio.
Si esta revelación te incomoda, denuncia los filtros de agua. Rick Andrew, Director del Programa Global de Agua de NSF International, habló con Healthline y explicó cómo funcionan: “Diferentes filtros de jarra contienen diferentes tipos de medios, dependiendo de la marca; la mayoría usa carbón activado para reducir los contaminantes y el carbón activado funciona por adsorción, es decir, atrae moléculas contaminantes y se adhieren fuertemente al carbón”. Las jarras de agua, como la Brita, que afortunadamente son económicas, pueden eliminar algunas de las impurezas antes mencionadas, así como plomo, mercurio, cloro, etc.
También se pueden comprar sistemas de filtración para purificar el agua de su fregadero, refrigerador o incluso de toda su casa, pero son más caros.