La invasión rusa de Ucrania el mes pasado hizo que el rublo se derrumbara y sumiera en el caos las cadenas de suministro mundiales y los precios de las materias primas.
Por Bloomberg NewsBloomberg
Publicado el 24 de marzo de 202224 de marzo de 2022
Rusia está lista para borrar 15 años de ganancias económicas para fines de 2023 después de que su invasión de Ucrania desencadenó una serie de sanciones y provocó que las empresas se retiraran del país, según el Instituto de Finanzas Internacionales.
Se espera que la economía se contraiga un 15 % en 2022, seguido de una caída del 3 % en 2023, dejando el producto interno bruto donde estaba hace unos 15 años, escribieron los economistas Benjamin Hilgenstock y Elina Ribakova en una evaluación preliminar del impacto de la guerra. . , señalando que nuevas sanciones podrían cambiar su opinión.
“Es probable que una fuerte caída en la demanda interna desempeñe un papel crucial, mientras que una caída en las importaciones debería compensar la caída en las exportaciones, lo que conduciría a una contribución ligeramente positiva de la demanda externa neta”, escribieron los economistas. “Sin embargo, si se implementaran más sanciones en forma de embargos comerciales, las exportaciones podrían caer más de lo que esperamos actualmente”.
La invasión rusa de Ucrania el mes pasado hizo que el rublo se derrumbara y sumiera en el caos las cadenas de suministro mundiales y los precios de las materias primas, mientras que las empresas salían del país en masa. El fabricante de automóviles francés Renault SA es una de las últimas empresas en retirarse, anunciando que detendrá las operaciones en su planta de Moscú y diciendo que está considerando el futuro de una empresa rusa de larga data llamada AvtoVaz.
Incluso después del golpe inmediato a la economía rusa, la economía sufriría durante años la llamada “fuga de cerebros” (el éxodo de rusos educados de clase media con los medios financieros para abandonar el país) y las exportaciones estadounidenses y europeas. controles sobre la tecnología, incluida la microelectrónica, que obstaculizará el desarrollo tecnológico en Rusia durante años, según el IIR.
Al mismo tiempo, el “autocastigo” de las empresas extranjeras que ya no quieren hacer negocios con Rusia conducirá al debilitamiento de sectores importantes de la economía rusa, según el informe.
“El efecto negativo en las perspectivas económicas a mediano y largo plazo podría ser aún mayor”, escribieron los economistas del IIF.
(actualizaciones con nuevo gráfico)