Las ciudades ucranianas continuaron siendo objeto de bombardeos cada vez más intensos el domingo a medida que se intensificaba la invasión de casi dos semanas de Rusia a su país vecino.
Se informaron escenas de destrucción en todo el país, y se vio a soldados ucranianos alejando a los civiles de los ataques rusos. Otros que no pudieron ser salvados de la barricada yacían muertos en las calles.
Un asesor presidencial ucraniano dijo que cuando se puso el sol comenzó la mayor ola de ataques con misiles, con fuertes bombardeos en las afueras de Kiev pero también en Chernihiv, Mykolaiv y Kharkiv.
En medio de las muertes, los incendios y la multitud de personas desesperadas que huían de los combates, había destellos de esperanza, como la boda de dos miembros de las Fuerzas de Defensa Territorial de Ucrania, con flores, uniforme y un casco como corona nupcial.
Otros, mientras tanto, asistieron a los servicios religiosos.
Los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra continuaron con reuniones y llamadas entre líderes en Europa y más allá el domingo. Hasta el momento, alrededor de 1,5 millones de ucranianos se han visto obligados a abandonar su país por la violencia.