Historia
21 de Abril del 2022 a las 11:15 PM
Braylin Ivan Payano
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Imagen ilustrativa del tiempo
Según han explicado los físicos y filósofos es muy probable que el tiempo como lo conocemos no exista.
¿Existe el tiempo? La respuesta a esta pregunta puede parecer evidente: ¡obviamente existe! No hay más que ver una agenda o un reloj.
Sin embargo, los avances de la ciencia física recomiendan que la no existencia del tiempo es una posibilidad abierta, que deberíamos considerar seriamente.
¿Cómo es posible, y qué importancia tiene esto? Aunque tardaremos un poco en entenderlo, podemos estar tranquilos: independientemente de la existencia del tiempo, nuestra vida no se producirá de forma sorprendente.
Una emergencia en la ciencia física
La ciencia física está en emergencia. Desde hace más o menos un siglo, hemos dado sentido al universo con dos hipótesis reales asombrosamente fructíferas: la relatividad general y la mecánica cuántica.
La mecánica cuántica describe cómo funcionan las cosas en el universo inimaginablemente minúsculo de las partículas y las asociaciones de moléculas. La relatividad general describe la perspectiva superior de la gravedad y cómo se mueven los objetos.
Las dos especulaciones funcionan admirablemente por sí mismas, sin embargo se recuerda que las dos luchan entre sí. Sin embargo la idea específica de la contención es dudosa, los investigadores en general coinciden en que las dos hipótesis deben ser suplantadas por una nueva hipótesis más amplia.
Los físicos tienen que aportar una hipótesis de “gravedad cuántica” que sustituya a la relatividad general y a la mecánica cuántica, al tiempo que recoja los avances sin precedentes de ambas. Dicha hipótesis daría sentido a cómo funciona la visión de la gravedad a 10.000 pies de altura en el pequeño tamaño de las partículas.
El tiempo en la gravedad cuántica
Parece que la entrega de una hipótesis de la gravedad cuántica es fenomenalmente problemática.
Uno de los esfuerzos para conquistar la contención entre las dos especulaciones es la teoría de cuerdas. La hipótesis de las cuerdas sustituye las partículas por cuerdas que vibran en más de 11 aspectos.
En cualquier caso, la hipótesis de las cuerdas se enfrenta a otro problema. Las especulaciones de las cuerdas ofrecen un abanico de modelos que retratan un universo completamente parecido al nuestro, y realmente no plantean expectativas razonables que puedan ser probadas por los análisis para clasificar qué modelo es el correcto.
Durante las décadas de 1980 y 1990, numerosos físicos se desilusionaron con la hipótesis de las cuerdas y pensaron en un ámbito de nuevas formas numéricas para tratar la gravedad cuántica.
Una de las más conspicuas es la gravedad cuántica de círculos, que preconiza que la textura de la realidad está hecha de una organización de minúsculas piezas discretas, o “círculos”.
Una de las partes trascendentales de la gravedad cuántica circular es que parece prescindir completamente del tiempo.
La gravedad cuántica circular no es la única que anula el tiempo: varias metodologías diferentes parecen igualmente eliminar el tiempo como parte básica del mundo real.
Desarrollar el tiempo
Así que nos damos cuenta de que queremos otra hipótesis real para dar sentido al universo, y que esta hipótesis probablemente no destaque el tiempo.
Supongamos que dicha hipótesis acaba siendo correcta. ¿Podría deducirse que el tiempo no existe?
Es confuso, y depende de lo que entendamos por existir.
Las especulaciones de la ciencia física no incorporan mesas, asientos o individuos, pero en realidad reconocemos que las mesas, los asientos y los individuos existen.
¿Por qué? Porque esperamos que esas cosas existan a un nivel más significativo que el nivel retratado por la ciencia material.
Decimos que las mesas, por ejemplo, “surgen” de una ciencia material básica de partículas que se desplazan por el universo.
Sea como fuere, mientras que tenemos una idea muy justa de cómo una mesa puede estar hecha de partículas básicas, no tenemos ninguna pista sobre cómo el tiempo puede estar “hecho de” algo más crucial.
Así que, salvo que podamos pensar en un registro decente de cómo surge el tiempo, no está claro que podamos aceptar sin más que el tiempo existe.
Probablemente el tiempo no exista a ningún nivel.
Tiempo y organización
Decir que el tiempo existe a cualquier nivel se asemeja a expresar que no hay tablas de ninguna manera.
Intentar arreglárselas en un mundo sin mesas puede ser intenso, sin embargo supervisar en un mundo sin tiempo parece ser decididamente terrible.
Toda nuestra vida gira en torno al tiempo. Planificamos el futuro, teniendo en cuenta lo que nos es familiar el pasado. Consideramos a los individuos éticamente responsables de sus actividades pasadas, con el objetivo de censurarlos más adelante.
Confiamos en nosotros mismos como especialistas (elementos que pueden conseguir cosas) hasta un punto limitado, ya que podemos querer actuar de forma que se consigan cambios de aquí en adelante.
Sin embargo, ¿para qué molestarse en actuar para lograr un ajuste de lo que vendrá cuando, innegablemente, no hay futuro que representar?
¿Por qué molestarse en rechazar a alguien por una actividad pasada, cuando no hay pasado y por tanto, obviamente, no hay tal actividad?
La revelación de que el tiempo no existe parecería llevar al mundo entero a un final aplastante. No tendríamos una explicación evidente para levantarnos.
Lo mismo de siempre
Hay una salida del naufragio.
Mientras que la ciencia física podría eliminar el tiempo, parece dejar la causación en forma salvable: el sentido en que una cosa puede alcanzar a otra.
Quizá todo lo que la ciencia física nos está diciendo, entonces, es que la causalidad y no el tiempo es el elemento fundamental de nuestro universo.
A decir verdad, la organización puede, en todo caso, hacerse valer. Pues es concebible reproducir una sensación de organización completamente en términos causales.
Fuente: Space.com
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