Historia
14 de Marzo del 2022 a las 12:39 AM
Braylin Payano
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Imagen ilustrativa
Según muchas historias y mitos antiguos donde dicen claramente que los extraterrestres nos visitaron hace mucho tiempo atrás.
Al mismo tiempo que asumimos una pretensión de mensajeros celestiales o seres divinos, una visión extraterrestre podría haber motivado nuestras convicciones y dirigido nuestra mejora en el artefacto más lejano. Esencialmente eso se puede razonar a partir de la investigación de mensajes específicos y antigüedades arqueológicas que analizamos por debajo.
Egipto nos ha dado el desarrollo más largo y extravagante de toda la existencia de la humanidad. Desde el 3100 a.C. hasta el 30 a.C., la nación del Nilo conoció 30 tradiciones y 170 faraones. 3.000 años de brillante historia que los egiptólogos han dividido en tres increíbles dominios: Antiguo, Medio y Nuevo. Sin embargo, ¿qué se puede decir de lo anterior?
Según el Canon de Turín, Egipto fue administrado durante mucho tiempo por una especie de seres semidivinos conocidos como los Shemsu-Hor.
La respuesta se encuentra en el Museo de Turín (Italia), donde se conservan 160 secciones de un papiro conocido como el Canon de Turín. Se trata de un extravagante recuento de gobernantes, encontrado en 1822 en la antigua Tebas. Aunque el popular Champollion, considerado el padre de la egiptología, percibió enseguida su importancia, los analistas actuales relegan la escaleta a una simple leyenda. ¿Por qué? Porque el acta alude a que, hacia el principio, Egipto fue administrado durante un tiempo considerable por una reunión de criaturas, mitad hombres, mitad algo diferente, a las que llama Shemsu-Hor, los compañeros de Horus.
¿Quiénes eran estos desconcertantes Shemsu-Hor? Unas pocas pictografías de la V Dinastía encontradas en Sakkara aluden a ellos como “los centelleantes” o “las centelleantes”, un apartado excepcionalmente normal en distintas sociedades para aludir a seres divinos que descendían de las estrellas y formaban a las personas.
La humanidad podría haber tenido algún tipo de contacto con establecimientos cívicos extraterrestres en un pasado lejano.
MÁS QUE MITOS
Es interesante tomar nota de la diligencia de las fantasías específicas en comarcas topográficamente lejanas, como si hubiera un manantial típico del que hemos perdido la memoria, del que no hay noticia en el conjunto de los libros de experiencias, que se hubiera extendido a lugares tan lejanos como Europa, América, Oriente Medio, Indochina o Egipto. Sin embargo, ¿cómo? La ausencia de un verdadero reconocimiento de los contactos sociales en la época clásica ha preparado la teoría de que la humanidad podría haber tenido algún tipo de contacto con establecimientos cívicos extraterrestres en el pasado remoto. ¿Sueños? De ninguna manera. ¿Qué tal si comprobamos algunos modelos?
En el sur de Argelia, se extiende el desierto de Tassili. En los años 50, el naturalista galo Henri Lhote encontró allí un asilo de artesanía en piedra. Más de 15.000 creaciones artísticas muestran el avance de la fauna y las tradiciones humanas en el macizo de Tassili n’Ajjer desde hace más de 8.000 años hasta los primeros cientos de años de nuestra era.
En un espacio conocido como Jabbaren, que en la lengua tuareg significa “lugar donde hay monstruos”, Lhote encontró un lienzo de seis metros de altura que inició “el Gran Dios Marciano”. Llevaba lo que parecía un traje hinchado, similar al que utilizan los exploradores espaciales en el espacio, con un traje hundido y una abertura solitaria. ¿Mi mente creativa?
Esos” eran “viajeros del espacio”. No personas del espacio
De ninguna manera. A principios del siglo XXI, el incansable ensayista y ufólogo Juan José Benítez visitó Jabbaren y diferentes regiones del Tassili n’Ajjer y comprobó que el naturalista francés había errado el tiro. Extremadamente breve.
“Tras treinta años en el examen de la peculiaridad ovni no puedo, no debo, escudarme en desvíos, disfraces o palabrería. Me gusta todo lo que se dice: ‘Aquellos’ eran ‘viajeros del espacio’. Personas que no venían del espacio y que, obviamente, necesitaban un equipo de buceo para tener la opción de trabajar en nuestro entorno”.
En el caso de que se haya convivido antes con una raza extraterrestre, ¿hay alguna prueba en todo el planeta?
Según el autor navarro, Lhote no vio -o no tenía idea de cómo ver- numerosas creaciones artísticas diferentes que iban con el “Incomparable Dios Marciano” y que representaban “rarezas”. Mientras que los “cabezas redondas” aparecían con cuatro dedos, los individuos retratados cerca de ellos tenían cinco. ¿Estaban estas distinciones limitadas o retratadas a propósito?
LOS UFOS EN LOS TEXTOS HISTÓRICOS
Todas las religiones antiguas nos hablan de algún tipo de seres divinos venidos del cielo, que habrían intercedido en la formación de las personas y nos habrían acompañado a lo largo de todo el tiempo… la prueba de su presencia habita en cada texto que los especifica, en cada religión que los adora, en cada piedra que erigimos en su honor y, sorprendentemente, en los restos de nuestros predecesores… suponiendo que la persona llegó a convivir con una raza extraterrestre antes, ¿habrá pruebas de ello repartidas por todo el planeta?
Lamentablemente, antes no tenemos cables ni luces que decidan la utilización de la energía, ni circuitos coordinados, ni innovaciones modernas que descubran un nivel de complejidad impropio de la época. Tampoco tenemos idea de cómo, sin estas innovaciones, podrían haberse montado ciertos hitos y desarrollos que están dispersos por todo el mundo.
¿Podría haber sido la figura divina que Julio César experimentó junto al río Rubicón un ser de un universo diferente?
Es más, fue esta oscuridad la que utilizaron Erich von Däniken, Peter Krassa, Peter Kolosimo y muchos otros para defender durante los años 70 la probabilidad de que la humanidad fuera educada por criaturas de diferentes planetas. El pensamiento cautivó a toda una época hasta que la incredulidad afectó negativamente a la sociedad.
Lo cierto es que hubo adornos en el caso de que no se hicieran exámenes superficiales. El propio Däniken lo reconoció años después, pero ¿desacreditó eso sus presunciones en todo el mundo? No en lo más mínimo. Además, no lo digo yo, lo deja entrever la propia NASA en un informe semisecreto abiertamente accesible en Internet titulado Unidentified Flying Objects in Classical Antiquity. Su creador, el estimado experto espacial Richard B. Stothers, presenta una cautelosa selección de informes sobre extrañas peculiaridades voladoras de fuentes registradas fiables como, los estudiantes de historia Tito Livio y Plutarco. En cualquier caso, me pareció muy sorprendente que la oficina espacial de los Estados Unidos crea que una parte de estas peculiaridades son idénticas a los avistamientos avanzados de ovnis.
Mirar las obras, las antigüedades y la información arqueológica con ojos heterodoxos no es, entonces, en ese punto, el patrimonio restrictivo de los ufólogos y, en esa circunstancia específica, algunas investigaciones de textos antiguos se vuelven pertinentes.
Suponiendo que el informe de Stothers sea correcto y que los clipeis (salvaguardias ardientes) aludidos por Plinio en el año 104 a.C., o la figura divina experimentada por Julio César junto al río Rubicón, tengan una naturaleza similar a las detalladas a partir de 1947, el inicio de la peculiaridad ovni tendría que retroceder años y años.
Fuente: Espacio Misterio
Extraterrestre, Ovnis, Planetas, Historias
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