Imagina que te estás ocupando de tus propios asuntos cuando de repente te enfrentas a una vista sin censura de la espalda peluda de un gato. Puede que te sonrojes de vergüenza por el paso en falso social del felino, pero luego te das cuenta de que no fue un accidente. No importa cuánto te esfuerces en mirar hacia otro lado, este gato está decidido a que el espectáculo continúe. Si eres un dueño de gato experimentado, este escenario es muy relevante. Gatos de pura raza, gatos de rescate, gatos falderos e incluso gatos que prefieren el espacio personal: muchos felinos encuentran necesario poner sus traseros en rostros humanos. Si alguna vez te has encontrado en el lado desagradable de cualquiera de estas interacciones, al menos puedes sentirte aliviado de que no estás solo. Poner su trasero en la cara de su dueño es un comportamiento tristemente normal para los gatos. Lo creas o no, hay algunas razones lógicas por las que hacen esto. Esto es lo que necesita saber.
Probablemente no te guste esa vista de cerca de la espalda de tu gato, pero tu gato no lo sabe.
Iniciar una interacción educada
Probablemente no te guste esa vista de cerca de la espalda de tu gato, pero tu gato no lo sabe. De hecho, creen que te están haciendo un favor. Los gatos son como los perros en que se comunican con olores. El sistema olfativo felino es particularmente poderoso, y los gatos confían en sus narices para obtener información importante sobre las personas, las mascotas y los entornos que los rodean. Cuando un gato saluda a otro gato, es una cortesía que cada parte olfatee en voz alta donde se encuentran las glándulas odoríferas importantes en la base de la cola. Al inhalar estos potentes aromas, los dos gatos esencialmente confirman sus identidades y aprenden mucho el uno del otro. Piense en ello como la versión felina de contarle rápidamente a un amigo sobre su día.
Para los gatos, esta presentación fragante es tanto esperada como educada. Esa cola recta y la vista frontal completa de sus nalgas es una invitación. El problema es que los gatos no se dan cuenta de que su sentido del olfato es 14 veces más potente que el de sus compañeros humanos. Nuestro inadecuado olfato humano no es capaz de captar esos olores sutiles, y cuando hay un trasero de gato en nuestra cara, así es como nos gusta.
Si tu gato pone su trasero frente a tu cara regularmente, considéralo un cumplido y una señal de compañía.
Instinto de gato y confianza.
Tu gato doméstico vive una vida de comodidad y seguridad, pero no puede ignorar los instintos básicos de supervivencia integrados en sus cerebros. Como resultado, la confianza es un factor muy importante para los gatos. Los gatos son pequeños y vulnerables. Para protegerse, tienen cuidado de a quién se acercan. También están alerta y no les gusta dar la espalda a las amenazas potenciales.
La próxima vez que tu gato te empuje el trasero en la cara, resiste la tentación de alejarlo.
Si tu gato pone su trasero frente a tu cara regularmente, considéralo un cumplido y una señal de compañía. Al mostrarte esta área vulnerable, tu gato está expresando cuánto confía en ti. No les importa que los amenaces cuando les dan la espalda, y saben que los protegerás si se acerca una amenaza externa. Es un comportamiento amistoso, no un insulto.
Ponerse en posición de caricias
Todos los gatos son diferentes, pero la mayoría de los amigos felinos viven para una buena sesión de caricias. Un masaje detrás de las orejas, un rasguño debajo de la barbilla, y no olvides esos gratificantes masajes en los glúteos. El afecto físico es importante para los gatos, y no se avergüenzan de hacerte saber lo que quieren y cuándo lo quieren.
Al poner su trasero frente a tu cara, tu gato podría estar enviando un mensaje que está pensando alto y claro: “¡Estoy de humor para mascotas!” Te dan acceso completo a sus lugares favoritos para rascarse y esperan que sepas qué hacer. Tu primera reacción podría ser empujar la espalda de tu gato fuera de tu espacio personal, pero eso podría confundirlo e incluso molestarlo. En cambio, intente dar un buen masaje en el trasero y vea qué sucede.
La próxima vez que tu gato te empuje el trasero en la cara, resiste la tentación de alejarlo. Si te tomas un segundo para pensar, es posible que te des cuenta de que tu gato está tratando de decirte algo importante. Al reconocer su comunicación de manera adecuada (acariciarlos, hablarles con voz tranquilizadora), agregas otro ladrillo a la base sólida que es tu amistad y vínculo. Una vez que hayas establecido esta conexión, tu gato puede alejar sus cuartos traseros de tu cara por sí solo. Desafortunadamente, esto no les impedirá comenzar de nuevo más tarde. Si amas a tu gato, tener su trasero cerca de tu nariz puede ser algo a lo que debes acostumbrarte.