Un desbordamiento de elementos en su mapeo oscurecerá su visión general; priorizar e interpretar información relevante y comparar sus proyectos de innovación se convertirá en un desafío.
Para evitar el desorden visual, el primer paso es definir claramente qué es un proyecto de innovación. Alinearse con esto en toda la empresa será un desafío interno, ya que diferentes partes interesadas o diferentes departamentos pueden tener diferentes interpretaciones del término. Pero es importante hacer un esfuerzo adicional para asegurarse de que todos estén remando en la misma dirección, no solo para el mapeo del proyecto, sino también como una mejor práctica de la empresa.
Diferencia tus tareas diarias de los proyectos de innovación
Distinguir entre tareas y proyectos de innovación es cómo evitar mapear conflictos entre ellos. Aunque cada organización define un proyecto de innovación de manera diferente, tenemos algunas pautas sobre lo que creemos que es (y lo que no es) un proyecto de innovación.
La mayoría de las veces, los proyectos de innovación implican una fecha clara de inicio y finalización. Se implementan para generar un producto, un servicio o un proceso diferente a los existentes, que permita atender a un segmento de clientes diferente a los actualmente atendidos.
Entender qué es un proyecto de innovación te ayudará a comprender mejor lo que no es: proyectos de optimización continua, mejora de ofertas existentes o prestación de servicios a segmentos existentes.
Esta definición es fluida, dependiendo de las ambiciones de su organización. A medida que su organización madure en sus actividades de innovación, esta definición también debería evolucionar.