La idea de innovación disruptiva se originó en los años 90. El término se usaba para hablar de pequeñas empresas que superaban a las más grandes y establecidas. Mientras que las empresas más antiguas agregaron funciones innecesarias y aumentaron el precio de sus productos, las organizaciones disruptivas ofrecieron las funciones suficientes, lo que hizo que sus productos fueran más asequibles.
Hoy en día, la innovación disruptiva es sinónimo de empresas y tecnologías que se vuelven muy populares entre los usuarios finales y cambian un mercado tal como lo conocemos. Pero, con el tiempo, la perturbación comenzó a significar más de una cosa.
Muchas empresas hoy en día están diseñadas para ser disruptivas, cuando en realidad están haciendo algo diferente. Comprender lo que realmente significa la innovación disruptiva y separarla de tipos similares de modelos comerciales podría ser el factor que convierta su idea en el próximo concepto que cambie el mercado.