
En el futuro, los vientos naturales podrían dispersar libremente millones de semillas artificiales de diente de león que transportan polen y luego dirigirlas mediante la luz a áreas específicas con árboles o flores en espera de la polinización.
La génesis de esa imaginación salvaje es la reciente invención de un robot de ensamblaje de polímeros que vuela con el viento, está controlado por la luz e inspirado en las semillas de diente de león que solíamos soplar en el viento cuando éramos jóvenes.
El grupo ‘Light Robots’ de la Universidad de Tampere ya ha desarrollado un prototipo, que utiliza materiales inteligentes para crear robots de cuerpo blando que pueden moverse a través de estímulos ambientales en lugar de circuitos rígidos.
Lo suficientemente ligero como para ser transportado por los vientos, el robot podría cambiar las reglas del juego para las almendras, las manzanas y otras flores frente a la disminución de las poblaciones de polinizadores.
“Esto tendría un gran impacto en la agricultura a nivel mundial, ya que la pérdida de polinizadores debido al calentamiento global se ha convertido en una grave amenaza para la biodiversidad y la producción de alimentos”, explica Hao Zeng, líder del grupo.
Un antecedente de esta invención es el desarrollo de polímeros sensibles a estímulos que ha dado lugar a una gran cantidad de oportunidades para robots de cuerpo blando controlados de forma inalámbrica, a pequeña escala y de próxima generación.
Los ingenieros saben desde hace mucho tiempo cómo utilizar estos materiales para fabricar pequeños robots que pueden caminar, nadar y saltar. El año pasado, GNN informó sobre esta robótica blanda en el campo de la medicina:enjambres de robots que pueden limpiar los dientes, entregar medicamentos dirigidoso romper los coágulos de sangre.
Sin embargo, hasta ahora nadie ha logrado que vuelen.
Polvo en el viento
Hao Zeng y su colega Jianfeng Yang están abordando esta primicia mundial con un proyecto llamado FAIRY: Aero-robots voladores basados en ensamblaje de materiales sensibles a la luz.
Han desarrollado un robot de ensamblaje de polímeros que vuela con el viento y está controlado por la luz.
“Superior a sus contrapartes naturales, esta semilla artificial presenta un actuador suave. El actuador está hecho de elastómero cristalino líquido sensible a la luz, que induce acciones de apertura o cierre de las cerdas al excitarse la luz visible”, explica Hao Zeng.
El hada artificial desarrollada por Zeng y Yang tiene varias características biomiméticas. Con un peso poroso de 1,2 miligramos, puede flotar fácilmente en el aire dirigido por el viento.
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“El hada puede ser alimentada y controlada por una fuente de luz, como un rayo láser o un LED”, dice Zeng.
Esto significa que la luz se puede utilizar para cambiar la forma de la diminuta estructura similar a una semilla de diente de león.
El hada puede ajustarse manualmente a la dirección y fuerza del viento cambiando su forma. También se puede usar un haz de luz para controlar las acciones de despegue y aterrizaje del ensamblaje de polímero.
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“Parece ciencia ficción, pero los experimentos de prueba de concepto incluidos en nuestra investigación muestran que el robot que hemos desarrollado proporciona un paso importante hacia aplicaciones realistas adecuadas para la polinización artificial”. Ella dijo Zeng.
Sin embargo, muchos problemas deben solucionarse primero. Por ejemplo, ¿cómo controlar con precisión el punto de aterrizaje y cómo reutilizar los dispositivos y hacerlos biodegradables? Estos problemas requieren una estrecha colaboración con los científicos de materiales y las personas que trabajan en microrobótica.
MIRA a la pequeña Hada volar debajo…
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