La inactividad después de los 65 años aumenta el riesgo de ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca y accidente cerebrovascular según una nueva investigación de Johns Hopkins en Baltimore.

El estudio analizó la velocidad al caminar, la fuerza de las piernas y el equilibrio para medir el rendimiento físico.

Conocido como el Batería corta para el rendimiento físico (SPPB), el estudio mide la capacidad para realizar actividades tanto básicas como instrumentales de la vida diaria.

“La función física en los ancianos predice futuras enfermedades cardiovasculares más allá de los factores de riesgo de enfermedad cardiaca tradicionales, independientemente de si un individuo tiene antecedentes de enfermedad cardiovascular”, dijo el autor principal del estudio, el Dr. Kunihiro Matsushita, profesor asociado de epidemiología en la Facultad de Salud Pública y División de Cardiología Johns Hopkins Bloomberg.

SPPB, al analizar datos de 5570 adultos de 75 años en promedio, caracterizó a las personas en tres grupos según los puntajes de las pruebas: bajo, intermedio y alto.

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Después de examinar la asociación de los puntajes SPPB con futuros ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca, teniendo en cuenta los principales factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, el estudio encontró que el 13% tenía puntajes de salud física bajos, el 30% intermedios y el 57% alto.

Durante el estudio de ocho años, publicado en el Journal of the American Heart Association, 386 participantes fueron diagnosticados con ataque cardíaco, 251 con accidente cerebrovascular y hubo 529 casos de insuficiencia cardíaca.

Aquellos con puntajes de función física bajos tenían un 47 por ciento más de probabilidades de experimentar al menos un evento de enfermedad cardiovascular.

La puntuación de la función física mejoró la predicción del riesgo de resultados de enfermedades cardiovasculares más allá de los factores de riesgo cardiovasculares tradicionales.

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“Las personas mayores corren un mayor riesgo de caídas y discapacidades”, dijo Xiao Hu, autor principal y coordinador de los datos de la investigación. “La evaluación de la función física también puede informar el riesgo de que estas condiciones afecten a los ancianos”.

Las caídas en los ancianos están asociadas con altas tasas de lesiones, altos costos de atención médica y un impacto significativo en la calidad de vida.

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