Cada juego de FPS vive y muere por su armamento. ¿De qué sirve disparar un arma en un videojuego si no es satisfactorio usarlo o incluso ganar? Algunos juegos van un paso más allá, y “High on Life” presenta una nueva lista de armas sensibles orgánicas llamadas Gatlians. Por un lado, esta elección de diseño le da a cada arma una personalidad (tanto en sentido figurado como literal), pero por otro lado, también plantea algunas preguntas difíciles.
En “High on Life”, los Gatlians son criaturas vivientes que de alguna manera se han convertido en armas. Dado que los Gatlians son armas de fuego vivientes, generan su propia munición, por lo que nunca tendrás que preocuparte por quedarte sin ellas. Sin embargo, aún necesita recargarlos. Por supuesto, las armas orgánicas no son completamente nuevas en el mundo de la ficción, pero en “High on Life”, los Gatlians tienen algunas… características anatómicas inquietantes. Por supuesto, debe haber tomado las clases de biología requeridas para comprender la mayoría de estas implicaciones, mientras que los jugadores más jóvenes pueden tomar estos deberes al pie de la letra.
Comencemos con una pregunta obvia: ¿desde qué orificio disparan los Gatlianos sus proyectiles? Dado que sus cabezas miran hacia el jugador y sus cosas hacia los enemigos, la respuesta más obvia son sus traseros. ¿Significa eso que los gatlianos son proyectiles que excretan a sus enemigos hasta la muerte? El jefe final del juego afirma que sus movimientos son “tóxico” (sus palabras, no las nuestras), así que hay prioridad para eso. Además, para recargar Gatlians, tienes que dispararles o tocar algunas… protuberancias. No vamos a deletrearlos directamente, pero dadas algunas de sus reacciones, digamos que probablemente no les estés tomando el pelo.