Imagina ser un astronauta en órbita sobre la Tierra, durante una caminata espacial, por ejemplo, lo suficientemente lejos de tu nave espacial para poder disparar tu arma sin poner en peligro a tu tripulación. Tú, tu nave y todo lo demás a esta altitud están todos en órbita alrededor de la Tierra. Y como Ciencia viva explica, si disparaste tu arma exactamente en el ángulo correcto, la bala también entraría en órbita alrededor de la Tierra.
Vous voyez peut-être pourquoi ce serait un problème, mais si ce n’est pas le cas, voici ce qui pourrait arriver : puisque les orbites sont circulaires, la balle finira par faire un cercle autour de la Terre et reviendra à son point de salida. Y dado que ahora está ubicado entre la bala y el punto de partida al que regresa, efectivamente se disparó a sí mismo en la espalda, dice el astrónomo de la Universidad de Brown, Peter Schultz, a través de Ciencia viva. “El objetivo tiene que ser perfecto”, añadió.
Si todo esto suena un poco más teórico que práctico, tenga en cuenta que, como explicó Schultz, los científicos en realidad han considerado los “autogolpes” en el espacio para estudiar los impactos (con pequeños asteroides, basura espacial, etc.), pero mejor pensado.