AI está en todas partes. Se promueve como un cambio de juego, un disruptor y una fuerza que redefinirá las industrias. Sin embargo, a pesar del revuelo abrumador, muchos líderes tienen problemas para comprender lo que la IA realmente significa para sus negocios.
¿Qué es real y qué es solo una trilla de medios?
¿Dónde debemos invertir y qué debemos evitar?
¿Cómo explotar la IA estratégicamente sin desperdiciar recursos?
Estas son las preguntas que hacen los líderes de todas las industrias. Y la realidad es que, sin el control de la IA, las organizaciones pueden tomar decisiones mal informadas, dudas durante demasiado tiempo y retrasando a los competidores o apresurando e invertir en iniciativas que no ofrecen un valor comercial real.
AI ya no es un proyecto paralelo. Está en el corazón de cómo las empresas desarrollan, compiten y deciden. Los gerentes que no logran su dominio de la IA les resultará difícil navegar de manera efectiva en esta transformación.