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Halloween es mi época favorita del año. Para mí, se trata más de decorar que de vestir. Mis gatos están totalmente de acuerdo. De vez en cuando, coloco en equilibrio un pequeño sombrero de bruja en una de sus cabezas (sin cintas en el cuello ni cinta adhesiva para mantener el sombrero en su lugar) o les ato una pajarita con temática de Halloween en el cuello para una linda sesión de fotos, pero después de una desastrosa. Experiencia de disfraces de Caterpillar con mi gato, Jack, todos decidimos que los disfraces definitivamente eran algo prohibido.
Amamos a nuestros gatos y queremos que participen en todas nuestras festividades navideñas, pero los gatos ven las cosas de manera diferente. Lo que es divertido para nosotros puede resultar confuso y aterrador para ellos. Incluso si a tu gato parece gustarle usar un disfraz, en el mejor de los casos, probablemente lo tolere.
4 problemas al vestir a tu gato para Halloween
A veces olvidamos que los gatos no son sólo personitas. Para un gato, estar disfrazado puede resultar francamente aburrido o absolutamente aterrador. Aquí hay cuatro razones por las que no deberías obligar a tu gato a usar un disfraz.
1. Restricción de los movimientos corporales.
Imagínese estar atrapado en ropa que no puede quitarse. Si esto te incomoda, no es diferente para tu gato. Algunos disfraces no permiten que tu gato se mueva libremente ni vea, escuche u huela el mundo que lo rodea.
Los bigotes pueden aplastarse y un gato puede incluso lastimarse al intentar quitarse el disfraz. También limita la capacidad de comunicación del gato, lo que dificulta saber si está ansioso o asustado.
2. Malestar en la piel
Algunos gatos son extremadamente sensibles a cualquier cosa que toque su pelaje. Los disfraces que se unen o presionan ciertas áreas del cuerpo pueden causar molestias y picazón hasta llegar al dolor. Algunos disfraces podrían incluso provocar una reacción alérgica que requiera una visita al veterinario.
3. Peligros de asfixia
Los disfraces con características como pequeños adornos, botones y cierres (por nombrar algunos) pueden representar un peligro de asfixia, especialmente si el gato está decidido a quitarse el disfraz que no quiere usar. Si tu gato logra tragar uno de estos pequeños trozos, podría provocar una peligrosa (y costosa) obstrucción intestinal.
4. Estrés
Obligar a un gato a hacer algo que no quiere hacer, especialmente si es principalmente para su propio entretenimiento, causa estrés innecesario. No poder moverse libremente o verse obligado a usar algo que comprometa sus sentidos y movimientos naturales puede causar ansiedad y miedo.
Este estrés ya es bastante malo, pero también podría dañar la relación que tienes con tu gato. Los gatos crean asociaciones entre cada experiencia negativa y la persona que les hizo vivirla. Obligar a tu gato a usar un disfraz en contra de su voluntad puede dañar la confianza entre tú y tu gato.
Cuando vestir a tu gato
Algunas razas sin pelo o de pelo fino, como el Sphynx o el Devon Rex, pueden necesitar un poco de ayuda para mantenerse calientes, especialmente si viven en un clima frío. Asegúrese de que la ropa que le ponga a su gato le quede bien: algo demasiado ajustado puede restringir los movimientos naturales de su gato, mientras que la ropa demasiado holgada podría representar un peligro de tropiezo. Vigila siempre a tu gato cuando esté usando ropa para asegurarte de que no se sobrecaliente accidentalmente.
Un gato que acaba de ser operado también podría beneficiarse de un suéter o una camisa ligera. La ropa protegerá las áreas afeitadas de la exposición y también puede ayudarlas a dejar las manchas en paz. Una vez tuve dos gatitos adoptivos que pasaron por momentos muy difíciles después de su cirugía de esterilización y no podían tolerar en absoluto usar un cono, así que les hice pequeños mamelucos con un par de calcetines. Parecían tontos, pero funcionó.
Lo esencial
A menos que exista una razón médica o de comportamiento por la cual su gato usa ropa, es mejor ignorarla. El pelaje de tu gato está ahí por una razón, por lo que vestirlo no le beneficia en absoluto.
La noche de Halloween es para repartir dulces y ver películas de terror, pero no para llevar a tu gato al veterinario de urgencia por un accidente de disfraz. Y el estrés que pueda sentir tu gato realmente no vale la pena. Así que deja los disfraces a todos los pequeños fantasmas y duendes en tu puerta y deja que tu gato disfrute de Halloween al natural.